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¿Cómo debe crearse una marca para que crezca y se reproduzca?

La solución es aplicando una estrategia de branding, un término utilizado a menudo, pero que muchos desconocen.

Cuando una persona o grupo de personas deciden crear una marca, lo primero que tienen que identificar es su espíritu y qué es lo que representa para la sociedad.

Esto quiere decir que tenemos que saber qué es lo que le vamos a aportar al consumidor y qué papel va a jugar en un mundo con un nivel de competencia altísimo.

Las empresas siempre aplican el branding a su marca, sea de forma consciente o inconscientemente. Si lo aplican de forma intencionada lo hacen siguiendo una estrategia para lograr un objetivo definido, y las que lo hacen de forma indirecta, simplemente se centran en crecer y desarrollarse de forma orgánica.

Sin embargo, en ALETREO tenemos una guía con cinco simples pasos que te ayudarán a mejorar el proceso de creación de marca y a saber diferenciarte de la competencia.

5 pasos para crear una marca aplicando el branding

1. El primer paso es el más importante. Cuando vamos a crear una marca, tenemos que conocernos, es decir, identificar la misión, visión y valores que nos representan.

De esta manera, si logramos transmitir lo que sentimos y lo que somos, la conexión con el consumidor será más fácil de conseguir y el interés será recíproco.

2. Una vez hemos definido quiénes somos y de dónde venimos, es imprescindible marcarse unos objetivos siguiendo unas estrategias definidas. Todo dependerá de a dónde queramos llegar, ¿queremos ganar posicionamiento en el mercado?¿aumentar las ventas? ¿fidelizar a nuestros clientes? ¿generar tráfico en nuestra tienda física o página web?

Cuando hemos establecido el objetivo, tendremos que saber qué camino vamos a seguir para llegar, es decir, qué herramientas vamos a utilizar o qué acciones vamos a llevar a cabo.

3. Después de clarificar qué queremos conseguir y cómo vamos a hacerlo, hay que saber quién es nuestro público objetivo y qué va a ofrecer mi marca para que sea diferente a la del resto.
Cuando una persona se fija en una marca es porque le aporta algo diferenciador que otra no ha conseguido. Dependiendo del producto o servicio que ofrezcamos, nuestro cliente será uno u otro. Lo importante es que la marca mejore la vida de las personas, sea aportando simplicidad, ahorro de tiempo, comodidad, emoción, miedo, diversión… Al final la conexión entre una marca y las personas son las sensaciones y sentimientos que provoca el consumir un producto o servicio.

4. Pero, para poder llegar hasta la meta, es muy importante realizar un estudio de mercado, y conocer todos los aspectos que puedan afectar a cada uno de los pasos que demos. Para ello, se hace un análisis interno de la empresa, en el que se incluyen a los trabajadores y a la actividad que desempeña cada uno; análisis de la competencia, para estar al tanto de las actividades que realizan y ofrecer algo distinto; y un análisis del sector, que engloba aspectos legales y financieros.

5. Posteriormente, tenemos la creación de la identidad visual. En este proceso hay que saber reflejar lo que somos y lo que ofrecemos con un logotipo y nombre identificativos, que transmitan confianza y seguridad.

Además, habrá que tener una buena estrategia de comunicación, en la que cooperen el mundo online y offline.

Hoy en día, las personas se conectan al mundo a través de internet, por lo que nuestra presencia debe ser constante para que sepan que estamos ahí.

Por ejemplo, cuando se diseñe la página web de la marca, hay que adaptarla al usuario y facilitarle el acceso a los apartados que le puedan interesar.

Aunque es muy importante estar presente en el mundo online, no es necesario publicar contenido en todas las redes existentes, ya que el verdadero éxito de una marca es cuando ofrece información de calidad y consigue destacar en un mundo donde la sobreinformación y los impactos publicitarios invaden la vida de las personas.

El branding está presente desde que creamos una marca, y a la vez la reputación de esta, porque es muy fácil destruirla, pero también ganar prestigio en cuestión de segundos.

Una empresa tiene que ser transparente y dialogar con el cliente, para que sean conscientes que estamos pendientes de ellos y que nos preocupamos por satisfacer sus necesidades.

Las personas son el centro de la marca y son las que generan el “boca-oreja”, la mayor herramienta de comunicación y de la que depende la reputación.

Como bien dijo Muriel Rukeyser, poeta y activista estadounidense

“El universo está hecho de historias, no de átomos”.

Y es que las personas buscan marcas que les proporcionen experiencias reales y un toque diferente que la competencia no le da. Que les cuenten historias.

Por lo que una buena gestión de branding hará que el proceso de creación, construcción y desarrollo de la marca sea exitoso, pero nunca olvidándonos de dónde venimos y hacia dónde queremos ir.