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¿Son los influencers una moda o han llegado para quedarse?

Es una duda que ronda en nuestra agencia cada vez que tenemos sobre la mesa un proyecto de este tipo. Y cada vez son más.

Sin duda, influencers han existido siempre: aquellos profesores que conseguían que hiciéramos lo que ellos pretendían con la excusa de que aprendiéramos una nueva lección de vida.

También nuestros amigos, los más populares de la clase, los hermanos mayores…aquellos que influyen de verdad en nuestras decisiones. Y también estaban los medios de comunicación, cómo no, especialmente la televisión.

Todos ellos transmitían ideas, marcas, nuevas formas de hacer, nuevas modas…

Y hoy, 20 años después, todo sigue igual: seguimos buscando en los influencers un modelo, un espejo en el que mirarnos.

Pero ha cambiado el medio: Internet y las redes sociales. Donde el alcance es mayor y todo se magnifica. Y donde cualquiera puede colgarse la etiqueta de ‘influencer’. Es ahí donde radica la diferencia.

Porque ser un influencer no es sólo ser capaz de compartir cada movimiento que haces y tener muchos seguidores. Ser influencer es conseguir, sin que se note demasiado, influir en las actitudes y comportamientos de la gente. E incluye compartir imágenes cuidadas, y escribir bien y mantener un excelente engagement con tus seguidores.

<<Laura Ashley, el encanto de trabajar los detalles.>>

 

Y ese es el quid de la cuestión.No todos los que se autodenominan influencers lo son realmente. El trabajo de las agencias de comunicación, el nuestro, cuando un cliente nos contrata es precisamente ese: ser capaces de discernir los auténticos influencers de los que no lo son. Y ofrecer a nuestros clientes un conjunto de influencers reales.

Con esta perspectiva, los influencers son una herramienta más dentro del plan de comunicación de una marca que permiten llegar a grandes comunidades que de otra forma sería imposible abordar.

Pero también es importante conocer, a partir de los objetivos de comunicación fijados por la marca, qué comunidad sigue al influencer y qué tipo de influencer quiere la marca que representamos: podremos elegir influencers nano, micro, macro y mega, que dependerá del número de seguidores.

Si la herramienta influencers se hace de forma profesional, no tiene por qué tener un mal resultado.

Ha llegado, pues, el fin de los influencers no utilizados de forma profesional.