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En un mundo tecnológico e interconectado, donde no sólo los medios son ya los emisores únicos del mensaje, es cierto que resulta complejo controlar estrictamente toda la información que se genera sobre nosotros. Pero, siempre que se hayan hecho antes los deberes y se hayan seguido unas pautas estratégicas, dichos mensajes llegarán a los destinatarios tal y como los queramos trasladar.

En nuestra experiencia con clientes, en muchas ocasiones hay ciertas reticencias a concederlas o simplemente lanzar ciertas informaciones por el miedo a que el redactor o editor de dicha noticia pueda malinterpretar o confundir datos, o sencillamente ‘buscarnos las cosquillas’. Pero son necesarias. Pondremos un ejemplo en el ámbito de las entrevistas para medios.

Por favor, que nos pasen la información antes de que se publique”. Es una de las peticiones que nos repiten, sobre todo por este temor y esta necesidad de control. Pues bien, es un error entrometerse en la labor de los profesionales de la información.

Lo que hay que controlar realmente es a nosotros mismos, ir bien preparados a esa entrevista o trasladar solo la información y tener claro de antemano los 3-4 mensajes clave que queremos dar y las respuestas a temas más sensibles, tanto de la empresa como de la actualidad de su sector o su actividad.

El ‘enfado Caparrós’

Lo vamos a ilustrar con un caso muy claro, de hace unos años. El entonces entrenador del Granada, Joaquín Caparrós, concedió una entrevista a MARCA en el día previo a un partido con el ‘todopoderoso’ Real Madrid.

Seguramente en la entrevista se trataron muchos temas que Caparrós considera interesantes de su equipo, de su estilo de juego, de sus planes de futuro. Pero, ¿cuál fue el titular?: “SOLO ESPERO QUE NO NOS PASEN POR ENCIMA”.

Cómo podéis ver en el vídeo, el enfado de Caparrós fue monumental, porque no entendía que con todos los temas que él había tratado y que para él eran relevantes, le hubieran puesto ese titular sensacionalista, llegando a romper la portada durante la rueda de prensa por su cabreo e indignación.

Y lo cierto es que el periodista siempre va a buscar la forma de hacer más atractiva la noticia, buscará entre nuestras palabras el titular que crea que va a “enganchar” a más lectores y que más notoriedad va a tener.

Lo que pasó es que Caparrós, en un momento de la entrevista, se relajó y dijo al periodista textualmente “pediré a los jugadores que sobre todo no nos pasen por encima”. Realmente dijo las palabras del titular, pero no las consideró relevantes.

Y es que lo primero que hay que tener claro es que no se puede improvisar, no se puede bajar la guardia y, sobre todo, es clave no decir nunca jamás aquello que no queremos que se sepa.

Rectificaciones

Ahora bien, nunca vamos a estar desprotegidos. Si la información es falsa o es preciso rectificar, el informador nunca mostrará resistencia a publicarla de nuevo en el medio o simplemente corregirla si es un medio digital.

De hecho, los periódicos por ejemplo tienen un libro de estilo donde casi siempre contienen un apartado en el que el medio se responsabiliza de rectificar si hay incorrecciones, además de poder tomar las acciones legales oportunas.

En definitiva, lo importante es tener claro un plan compartido con la organización con pautas a seguir, mensajes clave a trasladar, y preparar una intervención o un texto siguiendo estas líneas.

En ALETREO partimos de la estrategia y la preparación para llevar adelante con seguridad este tipo de acciones y poder asesorar a nuestros clientes para responder así a sus necesidades.

Y tú, ¿quieres controlar la información de tu organización?