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La eterna confusión entre marketing B2B y B2C

La primera clave para diferenciar estos dos términos es saber el significado de sus siglas, B2B hace referencia a Business to Business, mientras que B2C se refiere a Business to Consumer.

Ambos conceptos definen una estrategia de ventas, son formas distintas de hacer transacciones comerciales.  

¿Qué es B2B? 

El Business to Business forma parte de un mercado corporativo en el que las transacciones comerciales se hacen entre dos empresas. En este caso habría una empresa que comercializa su producto o servicio a otras empresas.

Por ejemplo, Makro sería un ejemplo de B2B ya que se dedica a hacer ventas al por mayor y por lo tanto su producción está pensada para otras empresas y no consumidores particulares. 

El marketing cambia según el público objetivo que tenga la empresa, por lo que el B2B se enfoca en las características del producto que suele ser más complejo, igual que los procesos de venta. Al tratarse de transacciones a gran escala pueden demorarse más en la toma de decisiones.

Por su parte, el número de clientes suele ser más reducido, aunque la venta final sea mayor que en el B2C y suelen ser empresas de mercados específicos. 

¿Qué es B2C? 

El Business to Consumer forma parte de un mercado masivo, esto significa que se dirige a clientes particulares que son su consumidor final, por lo que busca destacar los beneficios personales que puede aportar el producto a través de otras estrategias como la emoción.  

Este tipo de marketing busca reforzar la marca a través de la publicidad repetitiva. La intención es crear en el cliente una necesidad inmediata y por tanto un proceso de compra corto. Además, se utilizan promociones y descuentos para atraer la atención de los consumidores.

Finalmente, la empresa cuenta con mayor número de clientes, pero las compras que realizan son más pequeñas que en el B2B. 

En resumen, las diferencias de ambos modelos radican en el cliente, el proceso de venta y los canales de comunicación y distribución.

Estas diferencias responden a una sola: el cliente objetivo, ya que la estrategia de marketing de la empresa se adapta a este.